sin plumas

comentarios de libros por iván thays

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Lugar: Lima, Peru

Escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro"

5/17/2007

La fortuna de Matilde Turpin
Alvaro Pombo
Planeta, Madrid. 2006


LAZOS FAMILIARES

El comienzo de Anna Karanina afirma célebremente que mientras las familias felices son iguales, las desgraciadas los son cada una a su modo. Pero en algunas familias no resulta fácil reconocer el límite entre la felicidad y la desgracia. Vista desde lejos, por ejemplo, la de Matilde Turpin podría parecer feliz y próspera, con hijos encaminados, una casa de campo idílica en el Asubio, una carrera prominente en el mundo de las finanzas de ella, reconocimiento intelectual de su esposo filósofo Juan Campos, y mucho dinero para condimentar todo esto. Pero la muerte de Matilde trasluce la fragilidad de esa aparente perfección. Juan Campos decide recluirse en la casa campestre junto a dos empleados que son también amigos inseparables del matrimonio: Antonio y Emilia. Ahí recibe además la visita de uno de sus hijos, Fernandito (cabalgando su espectacular Porsche Boxster negro) de quien pronto sabremos que tiene un gran resentimiento contra su padre y esconde mal su homosexualidad (y su amor imposible por un amigo que tiene en el campo desde niño, Emeterio). También llegará otro hermano, Jacobo, y su guapa y joven esposa Angélica, quien tendrá un rol activo en el desenlace. La fortuna de Matilde Turpin, ganadora del último premio Planeta, mantiene el tono introspectivo y reflexivo de las anteriores novelas de Alvaro Pombo, aunque sin la densidad que caracteriza sus novelas más célebres. Afinado con los personajes femeninos, Pombo hace de Matilde Turpin no solo la columna vertebral de la familia sino el engranaje que permitía funcionar a todos los personajes sin estrellarse. Una vez desaparecida (convertida en un “peso inmaterial pero que oprime” p. 331), los lazos dejan de funcionar, y los individuos que compartían el abrazo familiar del Asubio se descomponen y llenan las páginas con largos silencios disfrazados de reflexiones, de secretos y de una visceral incapacidad para afrontar la vida sin de Matilde. La novela privilegia los desplazamientos internos de los protagonistas antes que las acciones, por lo que la lectura puede parecer tediosa para quienes no han leído novelas anteriores de Pombo (un autor fetiche en el catálogo de la exigente Anagrama antes de ganar inusualmente este premio), incluyendo algunas descripciones crípticas –tan afines al autor- como aquella que anuncia que la lluvia cierra la casa “como una lengua extranjera (p. 60) Así, entre los delirios de su mejor amiga y servidora Emilia (que parece más huérfana que los mismos hijos), los rencores de Antonio y Fernandito, el desprecio de Jacobo y lo pusilánime que resulta ser el Juan Campos cuando debe resolver los problemas cotidianos, las acciones de la novela se van desenredando con lentitud pero fatalmente hacia un desenlace que podemos calificar de imprevisto porque, justamente, no hay dos familias desgraciadas iguales y la de Matilde Turpin lo es muy a su manera.